Los champiñones pertenecen al grupo de las verduras u hortalizas, y son muy apreciados en la gastronomía gracias a su sabor y aroma, siendo una excelente opción alimenticia. En el mundo existe una gran cantidad de especies de hongos, de las cuales sólo un grupo reducido son comestibles; algunas especies se colectan en estado silvestre, mientras otras se cultivan para ser industrializadas para el consumo humano.
Los hongos aportan vitaminas C, D, provitamina A, niacina, ácido fólico, ácido pantoténico y vitaminas del complejo B como B2, y B3; en cuanto a minerales, cabe destacar el aporte de selenio, calcio, magnesio, fósforo, yodo, potasio y zinc. Entre sus propiedades se destaca su efecto remineralizante, siendo muy útil en caso de personas enfermas y para aquellas que no pueden comer carne, su aporte de fibra no soluble favorece un efecto saciante, aportando un contenido bajo en grasa siendo muy saludables, ya que no contienen colesterol.
Además de alimento, los hongos poseen un gran potencial medicinal, ya que son estimulantes de la actividad cerebral y nerviosa, siendo eficaces contra la anemia, el colesterol, el estrés y la migraña. Su consumo hace que el aparto intestinal resulte favorecido, ya que las fibras facilitan el tracto digestivo, y previene el cáncer de colon.
Los champiñones son un alimento con numerosas aplicaciones en la cocina, y bien lavados se pueden utilizar como verdura, combinados con otras. Además de comerlos crudos en ensaladas, estos resultan exiquistos en las tortillas, igualmente se puede utilizar para la confección de canelones, croquetas y otras preparaciones sin carne animal, constituyendo un buen recurso en la comida vegetariana.
Un consejo
La mejor manera de consumirlos, para que conserven todas sus propiedades es crudos en ensaladas, previamente lavados, aunque tambien resultan muy sabrosos salteados. Tenga cuidado al escogerlos, recomendamos comprarlos en sitios confiables, pues algunos pueden resultar venenosos.